Entrevista del DAILY JOURNAL
por Russell Maddicks,
Daily Journal Staff
Martes, Enero 21, 1997
Artista utiliza desechos para crear noveles escuturas de arte
El Museo Jacobo Borges tiene como su lema una línea tomada de artista conceptual alemán Joseph Beuys en el sentido de que "cada hombre es un artista".
En relación con la actual exposición del Museo de arte popular de las cuatro esquinas de Venezuela, esa afirmación parece cierto.
Las piezas muestran oscilan en Piaroa cestería India – con representaciones de bestias míticas – a las tallas religiosas de Santos hecha por artesanos de las pequeñas ciudades y pueblos que salpican el interior.
Con el trabajo de 80 artistas folklóricos en la pantalla, este es un merecido homenaje a todos aquellos artistas inexpertos que toman el tiempo a la dura rutina de sus vidas diarias para satisfacer a un creativo que conducen, tal vez, todos poseemos pero que pocos de nosotros actúan.
Pero en un pequeño espacio arriba – ubicado lejos del resto de las efigies de madera talladas, cestería y cerámica – otra exposición de 31 esculturas que van más allá de la dedicación, artesanía y fervor religioso.
Titulado "Punto de explosión", es una exposición que tiene mucho en común con la obra de arte naif que llena el resto del Museo, pero que al mismo tiempo demuestra vívidamente la sutil línea divisoria que existe entre el arte popular inspirada y qué entendemos por "El arte con un capital de A."
Un artista popular, por ejemplo, intenta moldear su material para capturar lo más cerca posible, y a lo mejor de su habilidad, la forma exterior del animal, Ave, Santo o figura histórica ha elegido para representar.
Pero Jesús Alberto Erminy – él mismo una ONU